martes, junio 13, 2006

RESEÑA GENERAL SOBRE LA BVB



La Bienal de Venecia de Bogotá

Objetivo: Desplazar la producción y circulación del arte de sus lugares habituales, desde y hacia, la comunidad de un barrio popular del sur de Bogotá, alejado del centro histórico y de los espacios oficiales donde se exhibe arte.

Estrategia: Realizar una exposición con obras In Situ de artistas jóvenes, emergentes y profesionales, quienes, de manera simultánea, llevan a cabo talleres y conferencias para la comunidad, sobre su obra o sobre cualquier tema del arte contemporáneo.

Intención inicial: La Bienal parte de los eventos habituales de un barrio, con el ánimo de promover la creación y discusión de elementos críticos, para poder apreciar, experimentar y evaluar proyectos artísticos y su relación con la comunidad.

Intención final: Crear un espacio tanto físico como mental, para la reflexión sobre el pensamiento contemporáneo a través del arte como medio vivo de comunicación.




Preámbulo

En 1995 la Bienal surgió como una posibilidad de extender el arte a nuevos espacios y nuevos públicos. La Bienal puede verse también como un entreacto, como el intermedio de una película, como un enunciado abierto, un laboratorio multidisciplinario, un constructo, un work in progress.

Este evento, comenzó como un juego de palabras que hace referencia a la Bienal de Venecia de Italia, pero a diferencia de su referente europeo, plantea otro tipo de relación con los espectadores al involucrarlos de manera estrecha y activa en el proceso de creación y exhibición de las obras.

La Bienal de Venecia de Bogotá, lejos de ser un simple muestrario de obras autobiográficas, tan cotidianas en museos y galerías habituales, es un evento que ha optado por el barrio como temática básica, extendida hoy a la localidad de Tunjuelito al sur de Bogotá. Además, se ha convertido con el paso del tiempo en una sintomática vitrina para el arte contemporáneo y su relación con lo cotidiano local, lo barrial y lo urbano.

Esto no es nuevo, lo notable es tal vez la participación creciente de la comunidad, tanto en la realización de las obras como en su colaboración activa en los talleres, las charlas y las visitas guiadas.

El carácter In Situ de la Bienal ha dado forma tanto al sentido de la Bienal como a los proyectos artísticos.


Justificación

La Bienal de Venecia de Bogotá (BVB) se realiza porque se considera de gran importancia que a través de las expresiones artísticas se desarrollen procesos pedagógicos desde y hacia la comunidad, que apunten a dotar al barrio de espacios simbólico-culturales. En este nuevo contexto, podrán desarrollarse y optimizarse las potenciales expresiones y prácticas culturales que se vienen gestando desde su interior.


Misión

La Bienal de Venecia de Bogotá (BVB) busca que la comunidad y los artistas se acerquen mediante una estrategia pedagógica que toma el arte como su actividad y se articula con el contexto del barrio. Cuando hablamos de pedagogía en el marco de la Bienal, la entendemos como un espacio donde circulan y se confrontan distintos saberes en torno al arte, su papel, sus audiencias. La BVB pretende apoyar la búsqueda de la propia comunidad para transformar sus formas de vida, explorando con ella nuevos elementos de interpretación de su cotidianidad, nuevos referentes para leer y experimentar su relación con el espacio urbano, el barrio y consigo mismos.

La BVB busca aportar nuevos elementos y estrategias, a los esfuerzos que se vienen haciendo desde distintos sectores, sociales, públicos, profesionales y académicos para actualizar nuevos conceptos y prácticas de lo comunitario. Para los artistas esto implica un compromiso diferente con las consecuencias de su obra, puesto que la Bienal propone la búsqueda de "otras" soluciones, condiciones y campos de acción para sus proyectos en un escenario único: el barrio.


Algo de historia…

La Bienal de Venecia de Bogotá (BVB) se inicio en 1995. Ante la dificultad de los jóvenes artistas nacionales para acceder a salones importantes en el ámbito mundial, el grupo "Matracas", compuesto de estudiantes de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia, decide abrir su propio espacio en el barrio Venecia, una zona popular de Bogotá con el apoyo amplio de la comunidad, se realiza así la Primera Bienal de Venecia de Bogotá.

Esta primera versión hizo uso de la imagen y del concepto de la Bienal de Venecia de Italia, en el marco de nuestros propios referentes culturales. La BVB se inicia entonces en torno a un trabajo de apropiación de referentes universales y al mismo tiempo, de ratificación de nuestra propia cultura local.

La Segunda Bienal de Venecia de Bogotá, D.C. continuó con esta estrategia de referencia a la Bienal de Venecia de Italia, pero los proyectos, sus contenidos y sus audiencias eran diferentes. Mientras la Bienal de Venecia Italia está dirigida a una elite social y plástica internacional, la Segunda Bienal de Venecia de Bogotá fue el resultado de una gestión que buscó reducir la distancia entre la comunidad de un barrio popular y las manifestaciones artísticas.

Este acercamiento se desarrolló en dos sentidos. De una parte, la comunidad se acercó a las expresiones plásticas que le habían sido siempre ajenas o vedadas. De otra parte, veinte de los más destacados artistas del país se acercaron a un sector específico de nuestra ciudad para interpretar esa realidad local y devolverle a la comunidad esas impresiones como expresiones plásticas. La BVB hará siempre énfasis en la interacción del arte con la comunidad y sus proyectos artísticos deberán inspirarse en la realidad social económica y cultural de nuestra Venecia.

Desde la tercera edición de la Bienal de Venecia de Bogotá, se ha dado cabida a propuestas de artistas internacionales que riman con la filosofía de la BVB, o que amplían a través de una mirada foránea situaciones que para nosotros los locales, pueden ser ya invisibles.

La BVB ha hecho parte desde entonces de importantes eventos académicos en varias ciudades del mundo como Medellín, Cali, Caracas, Madrid, La Habana, Londres, Liverpool, Buenos Aires, Quito y Cardiff.


Sobre la convocatoria

A diferencia de las Bienales anteriores donde la participación se hacía mediante invitación personal. Desde la tercera edición de la BVB, la participación se lleva a cabo mediante una convocatoria abierta, que se distribuye en algunos medios impresos, electrónicos y por correo directo, usando las bases de datos de academias, universidades, centros culturales y comunitarios. La participación de los artistas locales se determinó por medio del Consejo Local de Cultura y de las fundaciones culturales que se agremian en la localidad, quienes propusieron una lista de posibles participantes.

El experimento consistió en permitir y mantener el contraste entre los artistas locales y los artistas participantes por convocatoria. Ambos hicieron referencia a la comunidad de manera diversa, mediante el acercamiento documental, enunciando posiciones y lecturas personales o a veces colectivas, frente al contexto del barrio Venecia.


Sobre los artistas

Es curioso ver como cambian de manera particular las obras de los artistas en un espacio no "habitual".

El tener como referencia un barrio alejado de los clásicos circuitos artísticos, puede hacer que el artista se vea expuesto a nuevos espectadores con nuevas lecturas. Implica también otro tipo de responsabilidad menos personal, puesto que la obra es ya algo colectivo, algo que no se puede evaluar de manera inmediata, es algo cuyo impacto sólo se percibe con el paso del tiempo.

En la cuarta edición se vincularon a la BVB, artistas extranjeros pertenecientes al proyecto Nexus, a través del Convenio Andrés Bello, quienes hicieron visitas previas al barrio, gracias al programa de intercambio. Estos artistas vivieron alrededor de un mes en Bogotá, donde elaboraron su obra a partir de su experiencia en el barrio Venecia, al igual que algunos artistas internacionales, que tendrán el mismo proceso de acercamiento al barrio previo a la realización de su obra en próximas ediciones de la Bienal.


El valor plástico

La Bienal actúa como un canal de información en el que se intercambian experiencias, el arte, en este caso señala, delata o evidencia comportamientos particulares que afectan a los individuos de este contexto, o simplemente exalta similitudes y destaca diferencias, que muchas veces son paradójicamente la excusa perfecta para el encuentro.

Las obras o más bien los proyectos, parten del compromiso asumido por todas y cada uno de los participantes, el riesgo se reduce más bien a los accesos de documentación y el nivel de exposición que han tenido los participantes en el contexto. Aquí, los códigos se agolpan para tratar de decir cosas, para tratar de traducir realidades. Queda entonces el resultado en el terreno del espectador quien "siente" o no, la cercanía de la obra con la realidad del barrio, y en la destreza del artista su buena resolución.

Sobre las audiencias

Luego de ver varios museos y galerías modernistas, organizadas bajo parámetros cronológicos o estilísticos, se deja entrever algo que puede ser su primera justificación; el carácter didáctico del museo.

Desde la primera versión de la Bienal se buscó la participación de los habitantes del barrio a través de charlas, conferencias y visitas guiadas que acercan de una u otra manera al desprevenido espectador que tiene una idea bastante global sobre lo que es el arte, o al menos de lo que es un sagrado e impermeable museo. Hoy, la Bienal de Venecia sigue con su intención didáctica tratando poco a poco de optimizar los procesos y procurar la intervención de personal capacitado en ésta área.


Nuevos proyectos a partir de la BVB

La Bienal de Venecia ha sido la inspiración y el motor de muchas de las iniciativas artísticas en Bogotá tanto privadas como oficiales, desde hace más de 10 años. De hecho, las nuevas prácticas artísticas han cambiado su forma de ver a las comunidades alejadas, centrándose en su potencial cultural y sus grandes posibilidades de convertir tales prácticas en estrategias de creación, convivencia y tolerancia.

Dentro de este contexto, la Bienal ha creado dos “extensiones” desde su eje central que optimizaran muy seguramente sus nuevas versiones y darán las herramientas necesarias para su sostenibilidad, estas son: el proyecto “Vinculando Comunidades a través de las Artes” y el Piccolo Aperto


VINCULANDO COMUNIDADES A TRAVÉS DE LAS ARTES

La intención básica, es plantear y ejecutar una serie de experiencias artísticas en un lugar particular y con un grupo determinado de personas, para crear vínculos, optimizar procesos, acercar comunidades, fomentar la tolerancia y promover el trabajo en equipo, todo esto a través del arte.

El proceso en general, incluye una serie de proyectos, planteados de manera independiente, pero relacionados e interactivos a la vez. Se busca así, crear un “kit” de actividades, que pueden ser transportadas a otros contextos y a otros públicos para enriquecer y continuar con esta estrategia nómada y versátil.

En este orden de ideas, se adaptarán algunas de las mas de 500 actividades didácticas que se han llevado a cabo durante los 10 años de la Bienal de Venecia de Bogotá, se planteará la implementación de una sede estable y activa en el barrio cerca al Salón Comunal de Venecia.

Se realizará la capacitación y/o entrenamiento de líderes locales, para que estas iniciativas sean aplicadas desde sus necesidades particulares o en el momento adecuado. Se busca instaurar de igual modo, una base de datos tanto de artistas, gestores, líderes y público para generar un microsistema útil y en constante actualización.

La planeación, realización, evaluación e itinerancia de este proyecto estará a cargo de TÄI – The Art Incubator, colectivo multidisciplinario que se encarga de la logística de la Bienal de Venecia de Bogotá


EL PICCOLO APERTO

Este evento, tiene como objetivo la presentación de interesantes propuestas artísticas de todo el mundo que riman con la filosofía independiente y urbana de la Bienal de Venecia de Bogotá. Estas propuestas tienen una estrecha relación con lo urbano, con la dinámica de habitar la ciudad y los imaginarios de barrio. Por esta razón, consideramos pertinente invitar a propuestas similares para que enriquezcan y amplíen estrategias, planteamientos y otros modos de hacer arte desde estos referentes.

Queremos traer al país propuestas actuales, interesantes y vivas que inspiren y promuevan planteamientos similares en nuestro contexto. A la vez, este proceso permitirá la interacción de artistas, gestores, críticos, administradores, sponsors, partners, galeristas y los espectadores en general, con el fin de cerrar la brecha entre el arte contemporáneo y su público.

Un año antes de cada Bienal de Venecia, o en momento en que se haga efectiva una gestión, se llevará a cabo una versión del Piccolo Aperto, que involucrará a artistas internacionales (no necesariamente del país invitado de honor) y a artistas o colectivos de artistas de otras ciudades del país.

Este evento tendrá dos sedes, una en la Localidad de Tunjuelito y otra en un centro habitual exhibición, para lograr la interacción de ambos extremos del sistema, en una sola dirección.


Visión

Se trabajará con miras al fortalecimiento de los proyectos culturales locales que ya están en proceso y se procurarán las condiciones para implementar una serie de Centros Culturales, con el objeto de hacer habitual la dinámica de participación en estos espacios, a los artistas locales y a las nuevas audiencias, articulándolos con sus actividades cotidianas. Esto con el fin de acercarnos sus intereses de entretenimiento o información, o simplemente para plantear vínculos con la comunidad desde varias perspectivas.

Se pretende que en los próximos años la Bienal de Venecia se convierta en el espacio predilecto para que se formen tanto artistas como gestores culturales quienes tendrán a su cargo la promoción y difusión del evento en un futuro, ojalá no muy lejano.


© 2006 / Franklin Aguirre / Bogotá D.C. Colombia

1 comentario:

mo dijo...

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